El primer automóvil de Opel fue el Patent-Motorwagen »Sistema Lutzmann«. Su parecido con una carroza sin lanza para enganchar caballos es innegable.
Se fabricó desde 1899 en Rüsselsheim, pero no se desarrolló allí, sino que, como indica su nombre, la viuda de Opel, Sophie, y sus hijos confiaron en el pionero del automóvil Friedrich Lutzmann. Conocieron al inventor y diseñador en 1897, durante la primera exposición alemana de automóviles, celebrada el 30 de septiembre de auel año en Berlín
En la avenida »Unter den Linden«, frente al lujoso Hotel Bristol, se exhibían ocho carruajes a motor de marcas como Benz, Daimler, Kühlstein y Lutzmann. La intuición de Wilhelm y Fritz Opel les sugería una oportunidad de negocio en lo que parecía la próxima gran moda, algo que hoy llamaríamos una auténtica megatendencia. Allí se reunieron con Lutzmann, miembro fundador de la Asociación Centroeuropea de Automóviles, el primer club automovilístico de Alemania.
Tras aquel encuentro, visitaron en dos ocasiones la sede de Lutzmann en Dessau. El 21 de enero de 1899 se firmó el contrato: Opel adquirió por 116.687 marcos la »Fábrica de Automóviles de Anhalt« y se adentró así en el negocio del motor. Lutzmann permaneció como director de construcción de vehículos, y toda la producción se trasladó desde Sajonia-Anhalt a Hesse, incluyendo todas las máquinas, herramientas, materiales, registros de clientes y buena parte de la plantilla.
No se perdió tiempo: en febrero de 1899 salía de las naves de Rüsselsheim el primer Opel. Montaba un motor monocilíndrico trasero y transmitía la potencia a las ruedas mediante una caja de dos velocidades, correa y cadena. Alcanzaba 20 km/h… siempre que el terreno fuera llano. Hasta el verano de 1901 se fabricaron sobre todo biplazas, con un total de 65 unidades.
En un primer catálogo, publicado en la segunda mitad de 1899, Opel anunciaba también un cuatro plazas llamado «Duc» y un camión, evolución del Lutzmann Pfeil 6, al que la prensa apodó «El coloso de Rüsselsheim».
El proyecto, sin embargo, tuvo un final abrupto. En 1901, durante una visita al Salón del Automóvil de París, Sophie Opel y sus hijos constataron que los diseños de Lutzmann habían quedado obsoletos y no podían competir con las propuestas alemanas y francesas. Decidieron entonces iniciar una nueva etapa junto al pionero francés Alexandre Darracq. Lutzmann dejó la empresa, y no precisamente en buenos términos.
En la colección Opel Classic de Rüsselsheim se conserva el que probablemente sea el último Patent-Motorwagen Sistema Lutzmann construido: un descapotable 2+2 plazas. Desde 1998, el Adam Opel Haus de Rüsselsheim se encuentra en una vía que lleva el nombre de Friedrich Lutzmann.